Stickers y memes: ¿es legal usar la imagen de otra persona?

En Paraguay, la cultura digital vive un crecimiento exponencial. Los chats, los grupos, el humor cotidiano y las conversaciones en redes sociales están dominados por un elemento que se volvió parte de nuestro lenguaje: los stickers y los memes.

Pero a medida que estas piezas circulan en miles de teléfonos, surge un debate que todavía genera confusión: ¿es legal hacer o compartir stickers y memes con la imagen de otra persona sin su autorización?

El marco legal paraguayo: derecho a la imagen, intimidad y honor

En Paraguay no existe una ley que mencione explícitamente “stickers” o “memes”. Sin embargo, sí existen normas que regulan la imagen de las personas, y esa es la base jurídica que se aplica cuando se analiza este fenómeno.

1. Derecho a la imagen

En Paraguay, el derecho a la imagen está protegido por el marco constitucional y penal.

El artículo 144 del Código Penal sanciona la lesión al derecho a la comunicación y a la imagen, es decir:

• producir,

• transmitir,

• divulgar

la imagen de una persona sin su consentimiento, cuando eso afecta su intimidad o su dignidad.

La pena puede ir desde multa hasta privación de libertad.

2. Derecho a la intimidad y al honor

Si el sticker o meme expone, ridiculiza o afecta la reputación de alguien, puede considerarse vulneración del derecho al honor.

Esto incluye:

• Burlas excesivas

• Contenido sexualizado

• Exposición de situaciones personales

• Manipulación ofensiva de la imagen

3. Cuando se usan fotos que tienen derecho de autor

Si la foto utilizada para crear el sticker fue tomada por un fotógrafo profesional, un medio de comunicación o pertenece a una obra protegida, entra en juego la Ley 1328/98 de Derechos de Autor.
Es decir:

hacer un sticker sin permiso podría significar doble vulneración:

• a la persona,

• y al autor de la fotografía.

¿Y qué pasa si es humor? ¿Sigue siendo ilegal?

La justicia paraguaya no tiene todavía casos mediáticos sobre stickers. Sin embargo, los especialistas coinciden:

el “humor” no es un permiso absoluto.

El contexto importa, pero el criterio es simple:

✅ Si se usa la imagen con respeto y sin daño, el riesgo es menor

❌ Si se ridiculiza, humilla, expone o distorsiona a alguien, puede ser delito

Incluso si el sticker circula en un grupo privado, si la persona afectada se entera y demuestra perjuicio, tiene derecho a denunciar.

¿Cambia algo si la persona es famosa o figura pública?

Sí, pero con límites, según los expertos.

Las figuras públicas aceptan un mayor nivel de exposición, pero no pierden su derecho al honor ni a la dignidad.

Un meme paródico puede ser tolerado, pero uno que humilla, inventa hechos, distorsiona o degrada la imagen sí puede generar responsabilidad penal o civil.

Además, si alguien vende packs de stickers usando la imagen de un famoso, puede entrar en conflicto con:

• uso comercial indebido de la imagen

• derechos de autor

• derechos de marca (si la figura representa a una empresa)

Los menores: el caso más delicado

La Ley de la Niñez en Paraguay prohíbe la difusión de imágenes de niños sin consentimiento de los padres o tutores.

Un sticker o meme con un menor: es ilegal, independientemente del humor o la intención.

Comparación internacional: cómo se maneja este debate en el mundo

Aunque la cultura del meme es global, cada país tiene matices legales distintos.

México

Se presentó incluso un proyecto de ley “anti-memes”, con multas y cárcel por difusión de imágenes sin autorización cuando causan daño moral. El debate fue intenso y demostró la necesidad de regular sin censurar.

España

El derecho a la propia imagen es muy estricto.

La difusión de memes que afectan el honor de alguien puede llevar a demandas civiles con indemnizaciones altas.

Estados Unidos

La libertad de expresión es muy amplia, pero cuando un meme causa difamación, se activan demandas por daños. Las figuras públicas sí están más expuestas.

Chile – Argentina – Brasil

La regla general es similar a la paraguaya:

la persona no pierde su derecho a la imagen, y si la difusión afecta su dignidad, hay responsabilidad legal.

En todos los países, la misma conclusión:

El humor no es excusa para vulnerar derechos.

Por qué este tema importa: el impacto social del “chiste digital”

Expertos en comunicación destacan que los stickers y memes ya son parte del lenguaje cotidiano.

Pero su uso masivo también produce:

• normalización de la burla

• pérdida del límite entre lo público y lo privado

• exposición sin consentimiento

• ridiculización permanente de personas vulnerables

• viralización de imágenes fuera de contexto

En Paraguay, donde el uso de WhatsApp y TikTok es altísimo, estos contenidos viajan sin control y llegan inclusive a espacios laborales, familiares y escolares.

Esto tiene efectos reales, gente que pierde empleo, que sufre acoso, que es señalada en la calle, que recibe ataques en redes o que atraviesa daños emocionales profundos.

Impacto psicológico: una profesional explica cómo afecta a las personas

Para comprender cómo esta dinámica afecta emocionalmente a las personas, conversamos con la psicóloga clínica Dra. Elena Rivas, especialista en salud mental digital, quien estudia cómo el contenido no consentido en redes modifica la conducta y el bienestar de los individuos.

Según la profesional, cuando una persona descubre que su cara, su cuerpo o su gesto se convirtió en un meme o un sticker, se produce un efecto inmediato de shock emocional.

Primero aparece la incredulidad, luego la vergüenza y, posteriormente, la ansiedad.

La doctora explica que este tipo de exposición activa mecanismos de estrés similares a los que provoca el acoso.

El individuo siente que perdió el control de su identidad digital y experimenta:

• miedo al juicio social

• hipervigilancia

• aislamiento

• preocupación constante por “cómo me ven los demás”

• pérdida de la sensación de seguridad

• angustia anticipatoria antes de entrar a redes

• rechazo a su propia imagen

Rivas remarca que para muchas personas la burla digital puede ser tan dañina como la burla física, especialmente porque el contenido puede circular indefinidamente. El impacto psicológico es mayor cuando el meme o sticker es ofensivo, sexualizado o toca temas sensibles de la vida personal.

Además, resalta que las redes sociales actúan como un amplificador emocional, produciendo un efecto de “multitud invisible” que juzga, comparte y opina.

Esto intensifica los síntomas de ansiedad y puede derivar en baja autoestima, depresión o incluso ataques de pánico.

La especialista insiste en que la solución no solo pasa por lo legal, sino también por una mejora en la educación digital y emocional. Enseñar a los jóvenes —y adultos— a ser responsables, pedir permiso y respetar la imagen ajena es clave para frenar este fenómeno.

Fonte: Paraguay.com