El dinero en efectivo, históricamente el principal medio de pago en Paraguay, atraviesa un proceso de transformación silencioso pero sostenido.
Cada vez más consumidores optan por alternativas electrónicas como tarjetas de débito y crédito, transferencias bancarias y pagos mediante códigos QR, una tendencia que se consolida tanto en grandes cadenas comerciales como en pequeños negocios de barrio.
Hace apenas algunos años, el efectivo dominaba ampliamente las transacciones en supermercados. Se estima que cerca del 90 % de los clientes pagaba con billetes y monedas, mientras que el uso de tarjetas representaba apenas un 10 %. Hoy, ese escenario cambió de forma significativa. En muchos locales, el reparto entre efectivo y medios electrónicos se encuentra prácticamente equilibrado, y en algunos casos la balanza ya se inclina claramente hacia los pagos digitales.
Desde la Cámara Paraguaya de Supermercados (Capasu), su presidente Gustavo Lezcano explicó que el cambio en los hábitos de pago es evidente. Según indicó, en términos generales, actualmente el uso de efectivo y tarjetas ronda un 50 % para cada modalidad dentro del sector supermercadista. No obstante, el comportamiento varía según el perfil del consumidor.
“En supermercados orientados a un público de mayor poder adquisitivo, el uso de tarjetas llega aproximadamente al 90 %, mientras que el efectivo queda reducido a un 10 %”, detalló Lezcano, reflejando cómo el nivel socioeconómico también influye en la adopción de nuevas tecnologías de pago.
Seguridad, comodidad y control
Uno de los principales factores que impulsan esta transición es la seguridad. El dinero en efectivo, por su naturaleza física, expone a las personas a riesgos como robos o pérdidas, especialmente cuando se manejan montos elevados. En cambio, los pagos electrónicos ofrecen mayores herramientas de protección: ante un inconveniente, el usuario puede bloquear tarjetas o cuentas, evitando perjuicios mayores.
A esto se suma la comodidad. Pagar con tarjeta o QR permite reducir tiempos en caja, evita la necesidad de llevar efectivo y facilita un mayor control de los gastos personales, ya que las operaciones quedan registradas de forma automática.
Canales modernos y comercio tradicional
El mercado comercial paraguayo se divide, en líneas generales, en dos grandes segmentos: los canales modernos, donde se incluyen los supermercados, y los canales tradicionales, que abarcan despensas, mercados municipales, pequeños comercios de servicios y mayoristas. Actualmente, los supermercados concentran entre el 30 % y el 35 % del mercado total, mientras que el 65 % restante corresponde al comercio tradicional.
Sin embargo, la digitalización de los medios de pago ya no es exclusiva de los grandes actores. Incluso en los negocios más pequeños, muchos comerciantes comenzaron a incorporar transferencias bancarias y pagos con QR como una alternativa práctica tanto para ellos como para sus clientes. Esta adaptación responde no solo a una mayor demanda, sino también a la necesidad de mantenerse competitivos en un mercado en constante cambio.
Una tendencia que se consolida en la región
El avance de los pagos digitales no es un fenómeno aislado de Paraguay. En países de la región como Argentina, Brasil, Uruguay y Chile, las billeteras electrónicas, los pagos sin contacto y las transferencias inmediatas experimentaron un crecimiento acelerado en los últimos años.
La pandemia fue un punto de inflexión, ya que impulsó el uso de medios electrónicos por razones de higiene y distanciamiento. Sin embargo, lejos de ser una moda pasajera, estos hábitos se mantuvieron y se profundizaron, acompañados por incentivos bancarios, promociones comerciales y una mayor penetración de la tecnología financiera.
En varios países vecinos, incluso los trabajadores informales y pequeños emprendedores adoptaron el QR como una herramienta cotidiana, reduciendo el uso de efectivo y ampliando el acceso a servicios financieros básicos.
Un cambio que parece irreversible
Si bien el efectivo continúa teniendo un rol importante en la economía, especialmente en determinados sectores y zonas, todo indica que su protagonismo seguirá disminuyendo con el paso del tiempo. La combinación de mayor seguridad, comodidad y trazabilidad posiciona a los medios de pago electrónicos como la opción preferida de un consumidor cada vez más digitalizado.
El desafío, de aquí en adelante, será garantizar que esta transformación incluya a todos los sectores, promoviendo la educación financiera y el acceso a tecnologías que permitan una transición ordenada y equitativa hacia una economía menos dependiente del efectivo, acotó.
Fonte: Paraguay.com


