Fiscalía imputa a un prófugo supuesto líder narco, tras operativo en Itakyry

El fiscal Elvio Aguilera Vázquez, de la Unidad Especializada en la Lucha contra el Narcotráfico de Alto Paraná, imputó y solicitó la rebeldía de Juan Pablo Vitoria (28), también identificado como João Paulo Vitorio Bittencourt, presunto líder de una organización del narcotráfico. El imputado, de doble ciudadanía (paraguaya y brasileña), permanece prófugo de la Justicia.

Mediante trabajo de inteligencia, la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), emitió un informe de alerta sobre la existencia de un grupo criminal dedicado al cultivo, acopio, procesamiento y distribución de marihuana tipo ICE en cantidades relevantes. En base a ese informe se inició la investigación.

De acuerdo al escrito fiscal, el grupo operaba en un inmueble rural de Itakyry, donde el procesado tiene influencias; para evitar ser detectados, las autoridades del Ministerio Público y de la Senad ingresaron por la zona de Canindeyú. Los allanamientos se realizaron el 20 de septiembre, en horas de la mañana, en dos propiedades rurales de la Colonia Nueva Conquista, distrito de Itakyry.

En un inmueble que funcionaba como un laboratorio clandestino, se incautaron más de 1.500 kilos de marihuana picada, 14 kilos de marihuana prensada, más de 1,5 kilos de marihuana tipo ICE, sustancias a determinar, precursores químicos, equipos de laboratorio clandestino y maquinaria industrial.

En la vivienda particular del presunto criminal se hallaron armas, municiones, 322 gramos de cocaína, polvo blanco a determinar, documentación personal y elementos vinculantes con la organización criminal. “La magnitud de los hallazgos evidencia la capacidad operativa y la organización del grupo, que operaba de manera estructurada y sistemática”, según señala el acta de imputación.

El proceso penal contra Juan Pablo Vitoria o Paulo Vitorio Bittencourt es por los supuestos hechos punibles de elaboración, tenencia sin autorización y comercialización de estupefacientes y formación de grupo criminal.

Fonte: La Nacion