América Latina necesita repensar su modelo productivo si quiere volver a crecer con fuerza. Ese fue el consejo del economista jefe del Banco Mundial, William Maloney, quien aseguró que la región dejó de aprovechar su potencial económico. Según el organismo, es momento de apostar por un nuevo enfoque con más innovación e inversión en capital humano y un mayor impulso a la productividad.
Al respecto, el economista Wildo González habló con La Nación/Nación Media y manifestó que de acuerdo a los dichos de William Maloney, lo que plantea él es una reflexión sobre la fuente de crecimiento de nuestras economías.
González expuso que gran parte del auge económico de América Latina durante los años 90 se sustentó en la apertura al comercio exterior y en la implementación de reformas estructurales, que en ambos casos implicaron el desmantelamiento de políticas públicas mal diseñadas en los años 80.
Luego, recordó que en esa década, las economías latinoamericanas eran, en su mayoría, poco abiertas al comercio internacional, con múltiples barreras comerciales y un alto grado de intervención estatal a través de empresas públicas.
“Durante los años 90, muchos países de la región, siendo Chile un ejemplo destacado, iniciaron procesos de apertura comercial, impulsando sus exportaciones y firmando acuerdos de libre comercio. Esto marcó el inicio de una transformación que consolidó a América Latina como una de las principales regiones exportadoras de materias primas (commodities)”, precisó.
Continuó explicando que paralelamente, se llevó a cabo una ola de privatizaciones de empresas estatales, permitiendo una mayor participación del sector privado en la provisión de servicios clave, especialmente en telecomunicaciones y energía. En conjunto, estas transformaciones contribuyeron a elevar el crecimiento potencial de las economías de la región.
“El punto central del BM es que muchas de esas reformas ya fueron implementadas: las privatizaciones se realizaron, las economías se integraron a mercados internacionales, y se diversificaron productos y destinos de exportación. En consecuencia, es probable que ya no quede mucho margen para seguir creciendo bajo ese mismo esquema. En adelante, las economías de la región deberían apostar por un nuevo enfoque”, dijo.
Precisó que no se trata de cerrar las puertas al comercio internacional, ya que eso sigue siendo fundamental, sino de avanzar decididamente en inversión en investigación y desarrollo (I+D), y en la creación de condiciones propicias para atraer inversión extranjera directa (IED). En ambos casos, señaló, los recursos clave ya no son los commodities, sino el capital humano y la calidad de las instituciones.
“Por ello, es fundamental que nuestras economías orienten sus esfuerzos hacia estos aspectos, si desean ampliar sus fronteras de crecimiento económico”, finalizó.
Fonte: La Nacion