Estamos a meses del inicio de las clases y seguimos en medio de la crisis sanitaria por el COVID-19, por lo que se analiza el posible retorno de los estudiantes en forma presencial y también mantener las clases virtuales o a distancia. Ante esta situación, surge la interrogante de si la educación a nivel país está preparada para ofrecer una buena educación a distancia con todo lo que esto implica para los alumnos.
La licenciada Karina Hugo, especialista en educación y creadora de métodos y modelos pedagógicos de innovación, destacó que la pandemia nos lanzó al mar sin ser marineros. “El barco todo sabemos que es la tecnología, pero quien debe conducir ese barco es la pedagogía”, dijo en contacto con La Nación.
Resaltó que hace más de 15 años que las TIC están presentes en los programas pedagógicos del Ministerio de Educación, pero la manera en la que se utilizaron al llegar la pandemia en nuestro país “generó una falsa sensación de que ya sabemos lo que estamos haciendo”, acotó. Agregó que la realidad es que por más de que se utilice la mejor plataforma educativa y el WhatsApp “este no es ese el camino por el cual vamos a mejorar o garantizar el aprendizaje de los chicos”.
La tecnología
Afirmó que hablar de tecnología no solo es acceso a internet, computadoras o celulares, sino de técnicas y métodos, lo que completa el concepto, ya que se tiene que hablar de la tecnología como tal, pero ¿qué es la tecnología?: “Es un camino para obtener resultados y se mal entiende pensar que cuando hablamos de tecnología solo se refiere a lo digital”, sostuvo.
Aseguró que para la educación a distancia se necesita que internet sea de uso libre, además de otras tecnologías. “La resistencia de los docentes al uso de herramientas digitales e internet fue una realidad, sin embargo hoy ya no sirve de nada dicha resistencia porque la pandemia nos obliga a usarlos. Nuestro país hace rato que está mal en cuanto a educación y necesitamos combinar las tecnologías para mejorar la calidad del aprendizaje”, aseguró.
La lucha de los docentes
Ratificó que hace años los docentes trabajan de forma precaria ante la falta de materiales pedagógicos, ya que actualmente solo cuentan con los ejercitarios, pero no con los libros que necesitan los estudiantes para aprender y desarrollar estos materiales. “Los mal llamados libros que hoy utilizan los chicos son ejercitarios”, precisó.
“Los docentes tuvieron que convertirse en prosumidores, esto significa ser capaces de seleccionar correctamente los contenidos en línea para el nivel de aprendizaje del chico, ser capaces de producir contenidos propios luego de tener contacto con los contenidos en línea”, manifestó Hugo.
La interrogante es ¿cómo vamos a saber si dimos una buena enseñanza en el 2020? La profesional siguiere que se realicen pruebas para conocer el nivel de enseñanza de cada niño. “Para hacer el diagnóstico de los niños del primer grado, y saber si dimos una enseñanza medianamente buena, el niño que terminó el año lectivo tiene que saber leer y escribir”, aclaró.
“La educación estaba mal desde antes”
Lamentó que esa no sea la realidad actual, ya que a nivel país los niños del primer grado fueron los que más se desmatricularon. “Ni qué decir los chicos del jardín y prescolar, que son las exigencias para pasar al primer grado. Fue un año catastrófico, pero la educación ya venía mal, la pandemia solo vino a agudizar este problema grave que tiene nuestro país. El problema es que si antes estábamos mal, ahora vamos a estar peor”, sentenció.
“Si llegamos al puerto estamos bien, pero si manejamos el barco y no se hunde, y no estamos llegando a ningún lado, no estamos bien”, puntualizó y resaltó que la desmotivación va a ser peor, por lo que urge aplicar la metodología y los enfoques pedagógicos. “Yo no escucho que el MEC hable de eso. Me preocupa escuchar a las autoridades de que todo está encaminado, cuando el problema no es hacer andar al barco, sino encaminarlo”, concluyó.
Fonte: La Nacion