El ministro de Salud, Julio Mazzoleni, expresó su preocupación por el momento delicado que se vive debido al colapso del sistema sanitario y el aumento de casos de COVID-19. Pese a la llegada de las vacuna, considera que “debemos acostumbrarnos a este nuevo modo de vivir”.
Durante una entrevista con el programa “Fuego Cruzado” emitido por el canal GEN, el titular del Ministerio de Salud Pública habló sobre la situación de Paraguay en el ámbito de la pandemia de COVID-19 y el resto de los temas que se relacionan con el mismo.
En relación al tema de las vacunas, sostuvo que siempre estuvieron en conversaciones por la vía bilateral para concretar la compra, pero se avanzó hasta un punto en el que había que hacer una inversión a riesgo para asegurar el suministro “en un momento en el que no había suficiente evidencia científica”. De esta manera, trató de justificar el retraso para asegurar la provisión para nuestro país.
Al ser consultado sobre la fecha en la que llegarían las dosis a suelo paraguayo, dijo que “no quiere generar una falsa expectativa” y que hasta poder firmar los contratos es complicado confirmar una fecha estimativa. “Ni siquiera las propias compañías quieren arriesgarse a decir cuándo podrían proveer”, acotó.
Mazzoleni afirmó que el gran problema que existe a nivel mundial es la producción de vacunas, ya que ni siquiera los grandes países que hicieron declaraciones sobre grandes volúmenes llegarán a tener un suministro rápido por la excesiva demanda.
“No es una carrera entre el sector público y el privado”, indicó al ser consultado sobre las gestiones realizadas por empresas locales para conseguir la vacuna contra el COVID-19. Sobre esto, afirmó que desde el Ministerio de Salud tienen la intención de facilitarles todos los procesos para que se pueda concretar esta posibilidad.
En relación al nivel de ocupación de camas de terapia intensiva, el ministro de Salud sostuvo: “Estamos muy exigidos”.
Las zonas más críticas en cuanto a porcentaje de ocupación de camas UTI siguen siendo Asunción y Central donde la capacidad está muy exigida, indicó durante la entrevista. “No estamos lidiando solo con COVID-19, también hay problemas renales, pancreatitis, derrames, accidentes, etc”.
Igualmente, mencionó que la situación es muy dinámica en cuanto a la ocupación de camas ya que al darse el alta de un paciente ya existen varios que están aguardando para poder ser internados en los hospitales de referencia.
“Es muy frustrante que con algunas medidas que están vigentes no hay toda la colaboración que nos gustaría”, afirmó Mazzoleni al referirse a la falta de conciencia ciudadana en cuanto a la gravedad de la situación epidemiológica y la falta de cumplimiento de protocolos sanitarios.
En términos de restricciones, dijo que “para volver atrás” y retroceder de fases se tienen que analizar varios factores pero sería complicado llegar nuevamente hasta ese extremo.
“Hay mascarillas para rato, tenemos que acostumbrarnos a vivir de este modo”, puntualizó, dando a entender que durante todo este año probablemente se deban seguir con los cuidados para evitar el contagio del COVID-19, pese a la llegada de la vacuna.
Por otra parte, sostuvo que se tendrá “un mes de enero sumamente duro” y que esta situación probablemente se extienda hasta febrero donde podría haber un cierto respiro hasta volver a una nueva meseta con la estabilización en la cantidad de casos.
Fonte: HOY